Historia de la Raza

 

Los terriers: una tradición escocesa.

 

Es difícil trazar una historia precisa de cada una de las razas escocesas de terriers. En cada región, cada terrier desempeñaba el trabajo que fuera necesario. Sin embargo, hay un hecho que es cierto: Escocia disponía desde hacía largo tiempo de multitud de perros pequeños, cazadores de mamíferos en madriguera (zorros, ratas, tejones…), a los que no asustaban ni la ferocidad ni el tamaño de sus adversarios. En el este de Escocia (región de aberdeen), reinaba un perro de capa oscura que había de convertirse en el Scottish terrier. En el noroeste, predominaba una raza de pelo corto: el skype terrier. Y en el oeste el terrier anunciaba el cairn.

 

Los orígenes del west highland White terrier son muy controvertidos. Aunque difícil de sustentar, una hipótesis indica que los primeros ejemplares llegaron a Escocial con el naufragio de los navíos de la Armada Invencible en las costas de la Isla de Skype, durante el asalto naval de los Españoles a Gran Bretaña en 1588.

 

Sus antecesores.

 

En Argyllshire (Escocia), en el siglo XVI, había unos perros comúnmente llamado “earthe doges” o “terrieres” que, como su nombre indica, trabajaban bajo la tierra. El rey Jacobo I en Inglaterra (Jacobo VI de Escocia), conocido por sus excelentes relaciones con la corte francesa, regaló seis de sus terrores a u su amigo el rey de Francia. Ordenó que se trasladara en dos navíos diferentes para asegurarse de que al menos una pareja de ellos llegara a su destino. Puede que estos perros fueran blancos, pero no lo sabemos con certeza y, teniendo en cuenta los prejuicios de la época respecto a los perros de este color, no podemos por menos que mostrarnos escépticos. En efecto, se creía que los perros con el manto de esta coloración eran más frágiles, por lo que este pigmento se considera una tara. Incluso cuando en una camada nacían perros blancos, entre los criadores existía la costumbre de darles muerte en seguida.

 

LOS ORIGENES

 

El Coronel Edgard Donald Malcolm of Potalloch, caballero escocés del condado de Argyll, es uno de los principales autores de la selección y el reconocimiento de los westies. Cuenta la leyenda que en el transcurso de una cacería, en 1860, uno de sus perros fue mortalmente herido porque apenas se distinguía del terreno de la landa. La cama del animal se parecía más bien a la de un conejo y, así, su terrier leonado favorito acababa de ser abatido. Decidió entonces utilizar sólo terriers de colores muy claros, fáciles de distinguir. Optó por los blancos y desarrolló toda una raza a partir de ellos.

 

El padre de la raza.

 

A los perros blancos se les solía llamar poltalloch terrier. El coronel Malcolm of Poltalloch, siempre negó, modesto, ser el responsable de la creación de esta raza. Su familia la poseía desde hacía un siglo. En su opinón los terriers blancos siempre habían existido en Poltalloch, pero tamibén en la isla de Skype, en Ross-shire y un poco por todas partes. Para él, la denominación poltalloch terrier no estaba justificada y defendía el nombre de west highland White terrier.

 

Anécdotas significativas

 

El coronel Malcolm adoraba la raza y deseaba que fuera conocida por el público. Sus perros tenían fama de ser grandes cazadores. En especial uno de ellos, que fue cruelmente herido por un zorro y, cuando su amo empezó a curarlo, no pudo resistirse a su instinto y saltó de los brazos del coronel en busca del zorro nuevamente, antes de terminar exánime a los pies de su amo.

 

La Selección por el color

 

La selección por el color no se realizó de un día para otro. Requirió largos años de trabajo.

 

En realidad, pocos ejemplares del coronel Malcolm eran blancos como la nieve. Eran más bien color crema y muchos tenían reflejos amarillos o rojo pálido. En un perro por lo demás bien pigmentado, la punta de las orejas era a veces de color y, con frecuencia la nariz rosada.

 

Otros criadores de la época se interesaron por la variedad blanca. Georges Clark, que fue jefe de caza de varios terrenos escoceses, llevó algunos terriers a Roseneath, el dominio del duque de Argyll. Éstos fu cruzados con los terriers locales para obtener un perro llamado Roseneath terrier. El duque de Argyll selección una variedad muy blanca, obtenida a partir de los pequeños skye terriers de grabajo.

 

La confusión

 

Hacia 1900, los nombres de poltalloch terriers y roseneath terriers eran prácticamente intercambiables, ya que ambos perros se parecían exteriormente. En la práctica, muchos terrierse blancos o de color muy claros eran incluidos en las clases de roseneath terriers para las exhibiciones. Durante la exposición de Crufth´s en 1897, una clase de roseneath terriers sorprendió en gran manera a uno de los jueces, Harrold Word. Señalaba “esta clase es una auténtica farsa. Reunía diez terriers de todos tipos y tamaños, sin raza precisa. Decidí que debía juzgarlos como terrier de trabajo y otorgué el primer premio a Mac, un bonito perro pequeño de color crema con una cabeza magnífica y una expresión traviesa, pelo duro y patas cortas. Me pareció que era un perro capaz de realizar un buen trabajo”. La homologación del west highland white terrier continuaba siendo a finales del siglo XIX, una hipótesis.

 

Los scottish terrier blancos

 

Otro de los artífices de la selección de la raza fue dr. Flaxman, que residía en Pittenween. Como muchos otros criadores, acostumbraba a ahogar a los cachorros claros que nacían ocasionalmente en las camadas de scottish terriers. Un día, sin embargo, decidión seleccionarlos y al cabo de una década logró establecer una línea de scottish terriers blancos. En conjunto, sus perros eran más blancos que los del coronel Malcolm  y todos tenían la nariz muy negra. El dr Flaxman exponía a sus perros ne las clases para scottish blancos, que habían reemplazado a las de roseneath terriers. En la primera obra dedicada al West highland white terrier, B. W. Powlette escribió “Estre los blancos expuestos, vi los scottish blancos de Pittenween del dr Flaxman. Eran una mexcla de scottish y otras razas de las tierras altas, y eran sin duda más blancos que todos los westies de la época”.


Fuente «El nuevo libro del West Highland White Terrier» Editorial Tikal Autora: Ruth O’Connor (Criadora Francesa)

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